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        Logroño: cultura, vino y gastronomía

        El ir y venir de gentes en la ciudad de Logroño es curioso de observar. Peregrinos de paso, despedidas de soltero, familias, parejas, trabajadores… La mezcla de viajeros que la visitan bien merecería un sentarse en una de las terrazas de la calle Portales para proceder a su observación. Pero sabemos que tú eres más de formar parte de ese paisanaje que de contemplarlo y nuestros hoteles en Logroño centro son el punto de partida que necesitas.  

        El día siempre empieza bien en nuestros hoteles en Logroño con desayuno

        Con un buen café y un buffet ante ti para escoger. Así es como arranca la mañana en nuestros hoteles en la capital de La Rioja. A partir de ahí, la ciudad es toda tuya: histórica, monumental, hospitalaria y animada a partes iguales. 

         

        Captar su esencia es tan sencillo como pasearla. Así, darás con la plaza del Mercado y, en ella, la Concatedral de Santa María de La Redonda. Su característico perfil es cosa de sus denominadas “Torres gemelas”, barrocas hasta decir basta. En su interior, te sorprenderá un lienzo de la Crucifixión que se atribuye al mismísimo Miguel Ángel.  

         

        Hoteles en Logroño

        Hoteles en Logroño con parking cerca de la calle Laurel

        Nuestros hoteles en Logroño ciudad se encuentran muy cerca de la Concatedral, en dos de las calles del casco antiguo por las que no te cansarás de pasear. La calle Portales, cargada del encanto que le confieren sus soportales; y la calle Marqués de San Nicolás, conocida popularmente como la calle Mayor. 

         

        Logroño tuvo murallas. Es más, aún las tiene. O lo que se conserva de ellas: la Puerta del Camino y el Cubo de Revellín, un torreón que en su época albergó cañones. Las vistas sobre el Parque del Ebro y el río son espectaculares.  

         

        Porque a Logroño lo baña el río Ebro y, como cruzar puentes siempre gusta, te recomendamos que la ida a la otra orilla la hagas utilizando el Puente de Hierro y para la vuelta uses el Puente de Piedra. En él sentirás un poquito de lo que sienten esos peregrinos del Camino de Santiago que cada día entran por aquí en la ciudad. Se dirigen hacia la Iglesia de Santiago El Real y, si no están muy cansados, se detendrán ante el Tablero del Juego de La Oca gigante que hay pintado en el suelo junto a ella. Sus casillas tienen que ver con el Camino.   

         

        Al otro lado del río, la Casa de las Ciencias cuenta con un espacio exterior con elementos lúdicos que giran en torno a la Meteorología, la Geología, la Física y la Paleontología, y que es un complemento perfecto a los parques, jardines y columpios como entretenimiento para los niños. Por su parte, conocer algo más de la cultura del vino de esta tierra o tener una primera toma de contacto con él, es posible en bodegas como las Franco Españolas que llevan desde 1890 trabajando en el arte de elaborar buenos caldos.  

         

        Es probablemente una de las calles más famosas de España en lo que al comer se refiere. Y es que la calle Laurel es la zona para ir de pinchos por excelencia de la capital riojana. Prácticamente cada uno de sus números es un bar y cada bar prepara su propia especialidad. Aquí, los champis se comen en el Soriano o el Ángel; las bravas en el Jubera; las setas en El Cid y el Cojonudo (picadillo de chorizo con huevito de codorniz y pimiento) en El Muro.  

         

        Lo mejor de la gastronomía riojana concentrado en una sola calle. Ojo, porque, como no podía ser de otra manera, lo suyo es acompañar cada pincho de los vinos de la zona, los de La Rioja. Por eso, no nos extraña que a la Laurel también se la conozca como “la senda de los elefantes”. Suerte que nuestros hoteles en Logroño centro ciudad te pillan al lado.  

        Experiencias en Logroño
         

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