Hoteles en Castellbisbal

Apenas existen 30 kilómetros de separación entre Barcelona y el pequeño pueblo de Catellbisbal, de algo más de 12.000 habitantes, pero es como si hubiera todo un mundo: de la locura de la ciudad pasarás a la tranquilidad más absoluta de este antiguo núcleo agrario que, con la llegada de la industrialización, se adaptó a los nuevos tiempos.  

Sin embargo, antes de que las máquinas lo invadieran todo, Castellbisbal ya había sido escogido por antiguas civilizaciones. De hecho, se conoce que existieron asentamientos en la zona desde la Prehistoria, aunque los primeros restos arqueológicos encontrados en ella datan de la época romana, ¡ahí es nada! 

¿Quieres descubrir qué joyas atesora este pueblito de la provincia de Barcelona? Ya te lo contamos nosotros, no te preocupes. Pero sí queremos que sepas una cosa: te va a sorprender. 

¿Qué, empezamos a ahondar en su patrimonio precisamente por esa antigua construcción? O, deberíamos decir, por lo que queda de ella, porque en el Serrat de les Garses, lugar donde se alza la pequeña ermita de Sant Vicenç, lo que podrás ver son los restos de cimentaciones del antiguo castillo y algún que otro trocito de muralla. La ermita, por cierto, fue el primer templo religioso de la zona y se construyó en el siglo XV.  

Pero hay más que ver en Catellbisbal, haznos caso: uno de sus emblemas monumentales es el Puente del Diablo, catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional. Un gran puente de diseño gótico y 120 metros de largo que unía las dos orillas del río Llobregat.  

A solo unos pasos del extremo que queda en dirección a Castellbisbal también te toparás con el Arco del Triunfo, una gran estructura del I a. de C. que era la puerta de entrada a la maravillosa construcción.  

Pero si lo que te apetece es pasear por los alrededores de nuestro hotel sin salirte demasiado del entramado urbano, apuesta por visitar la Masía de Can Pedrerol de Baix, de fachada espectacular, o la Iglesia Parroquial de San Vicente, del siglo XVI. Su ábside y bóvedas son de estilo gótico, mientras que las arcadas laterales y la fachada, neoclásicas.  

Una última parada perfecta antes de entregarnos de nuevo al entorno natural, que tampoco hay que perdérselo. ¿Te vienes?

Va siendo hora de estirar las piernas, ¿no crees? Y lo mejor es que estás de suerte: muy cerca de nuestro hotel en Castellbisbal arrancan numerosas rutas senderistas que te permitirán, en apenas unos minutos, perderte entre paisajes de lo más inspiradores. Al fin y al cabo, esto forma parte de la manera de descubrir un destino. 

Atrévete, pues, con cualquiera de los siete itinerarios marcados para recorrer gran parte del territorio que rodea Castellbisbal. Uno de ellos es el de las barracas de viñedo, que a lo largo de 2,7 kilómetros te acercará al pasado agrícola del pueblo.  

El Camino de Can Ametller, por su parte, se alarga hasta los 6,5 kilómetros entre ida y vuelta y te acercará a uno de los lugares más sorprendentes de la zona: los columbarios, pequeñas cavidades cortadas en la arcilla que datan de entre los siglos I y IV y que servían como espacio de entierro e incineración colectivos.  

Una última opción, algo más larga —11 kilómetros en total— te llevará a seguir el río Llobregat y la riera del Morral. Una actividad estupenda de la que luego podrás recuperarte descansando en nuestro hotel en Castellbisbal.