Hoteles en Cornellá

Para entender Cornellá, tienes que tener en cuenta tres detalles que han definido desde siempre su idiosincrasia: está cerca de Barcelona, de la que le separan tan solo 15 kilómetros; se encuentra en lugar de paso de la entrada y salida de la capital catalana; y su territorio lo surca el río Llobregat. Tan atractiva es la ubicación de Cornellá, que ya los romanos se fijaron en ella: de entonces son algunos de los vestigios que aún podrás ver en el centro de la ciudad, entre la iglesia parroquial de Santa María y el Castillo.  

Por cierto, el castillo se ubica, precisamente, donde ya existía hace once siglos otra iglesia y una torre de defensa contra los sarracenos. ¿Un consejo? Fíjate en los fascinantes capiteles de las columnas que presiden su entrada: son un ejemplo asombroso de prerrománico catalán.  

No hay mejor forma para descubrir un destino que dejándote guiar por él mismo, así que, para explorar las bondades de Cornellá, te proponemos caminar. Pasea, y hazlo relajadamente: alejado del ajetreo de la Ciudad Condal, aquí sentirás que todo va a su propio ritmo. Indaga en sus calles y en sus masías —la de Can Manso, Can Serra o Can Trabal—, legado de una época, entre los siglos XVII y XVIII, en la que Cornellá funcionó como importante zona agrícola. Después, llegaría el Canal de la Infanta, primero, y la conexión con Barcelona a través del ferrocarril, después, y con ellos, la industrialización.  

Así como curiosidad, te contamos también que, aunque la ciudad perteneció al territorio de Barcelona desde el siglo XIII, acabó por separarse de ella en 1716 para pasar a formar parte de la comarca del Baix Llobregat.  

En tu incursión turística acércate a echar un vistazo a la Torre de la Miranda, en el Barrio de Sant Ildefons; o disfruta de la originalidad de las fachadas modernistas y novecentistas del carrer Ametller. También, por qué no, contempla la arquitectura de algunas de las míticas fábricas de Cornellá, como la de Fontanals i Suris o la de Bagaria.  Antes de dirigirte a cualquiera de sus inmensos espacios verdes —el Parque del Canal de la Infanta, el de les Aigües o el de Can Mercader—, acércate hasta la Biblioteca Pública, ubicada en un espectacular edificio de principios del XX: el antiguo Familiar Cine Titán.   

Hombre, y ya que estás, da el salto, cómo no. Disfrutar de la tranquilidad de alojarte en nuestro hotel en Cornellá cerca de Barcelona no significa que no puedas aprovechar para visitar, ya sea por primera o vigésima vez, todo lo bonito que la capital catalana ofrece. Escápate a pasear por las Ramblas, a pecar en las tiendas del Paseo de Gracia y a disfrutar de todo lo que suene a Gaudí. Piérdete por el Parque Güell, sube hasta Montjuic y vuelve a bajar para darte algún festín gastronómico. Conversa con los tenderos de La Boquería, deléitate con la arquitectura del Barrio Gótico, pasea por La Barceloneta y, si te atreves, date un chapuzón. Te quedará, ya te lo aseguramos, un viaje redondo.