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        Alicante, la Costa Blanca te espera

        En Alicante, siempre se mira al mar. Las responsables son playas como las de San Juan, que ondean orgullosas sus banderas azules, ese distintivo que acredita su calidad. Además, entre el 20 y el 24 de junio se convierten en el centro del mundo, cuando las Hogueras de San Juan toman su arena. Se celebra el solsticio de verano y los más valientes saltan el fuego y en un papel se quema aquello que no queremos más en nuestras vidas.  

         

        Ahora bien, no dejes de recorrer las calles de esta ciudad. Te animamos a que cojas altura para alcanzar el Castillo de Santa Bárbara. Situado en la cumbre del monte Benacantil, visitarlo es internarse en una de las fortalezas medievales más grandes de España y, de paso, hacerse con unas vistas de excepción sobre la bahía de Alicante. En su interior, en el casco histórico, alberga el Museo de la Ciudad, el lugar en el que entender de dónde viene la urbe y cómo ha evolucionado. Aquí el arte y la cultura se escapan de los museos para tomar las calles. Concretamente, las del barrio de San Antón, donde el street art ha servido para recuperar espacios deteriorados. También resaltar los colores y vivacidades del barrio de Santa Cruz. Quien también está teniendo una segunda vida es el edificio de Las Cigarreras. Dejó de funcionar como fábrica de tabacos en 2009 y en 2010 abrió sus puertas como centro cultural.  

         

        No hay viaje a una ciudad sin una visita a su Catedral. Situada en el centro de la ciudad, la Concatedral de San Nicolás es un ejemplo de estilo renacentista herreriano, aunque lo que realmente te dejará hipnotizado es contemplar cómo bailan los haces de luz que se cuelan por sus ventanas.  

        Alicante: marchando una de mar, pero también de interior 

        Mucho se habla de las playas de esta provincia de la Comunidad Valenciana y poca justicia se le hace a su interior. No se comenta, por ejemplo, que en Elche, además de su famoso Palmeral, puedes visitar el Parque Arqueológico de La Alcudia, el yacimiento en el que se descubrió la Dama. No muy lejos se encuentra el Sercotel Hotel AG Express Elche que ofrece fácil acceso al aeropuerto de Alicante-Elche. 

         

        Pocos son los que conocen Agost, un pueblo que ha hecho de la alfarería un arte; y menos aun los que saben del pasado modernista de Alcoy. Prueba a visitarlo en septiembre, cuando celebra su Semana Modernista. En el Sercotel Ciutat d’Alcoi Hotel tendremos todo listo para recibirte a ti y a los trajes de época que quieras traer.

          

        Y qué decir de Orihuela. Esta ciudad vio nacer a Miguel Hernández al que se recuerda con una ruta que recorre los lugares de su vida. Presta especial atención al Colegio Diocesano Santo Domingo: un cóctel de Renacimiento, Manierismo y Barroco. Necesitarás un descanso después de tanto descubrimiento. En el hotel Sercotel Palacio de Tudemir te lo garantizamos. Para que mañana puedas continuar. 

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        Pueblos de veranos casi eternos en Alicante

        La estampa se sucede a lo largo de la costa. Pueblos cuyos cascos antiguos, compuestos a base de casas encaladas y algún que otro castillo, vieron cómo sus alrededores crecían año tras año para acoger a los visitantes. De la inmensa Benidorm, en la que el verano parece ser un estado permanente, hasta Santa Pola, punto de partida perfecto para una excursión a la isla de Tabarca; pasando por Calpe, Villajoyosa, Torrevieja, Dénia, Jávea o Altea. Tampoco te dejes por visitar sus playas de arena como la playa del Postiguet o el puerto deportivo de Alicante.

         

        No te equivoques, no vayas a pensar que “visto uno, vistos todos”. Cada uno tiene su esencia y todavía son capaces de sorprenderte. ¿Sabías que en El Campello puedes bañarte entre yacimientos arqueológicos? Se llaman Baños de la Reina y en época romana funcionaban como piscifactorías. Siempre que hay un secreto hay que intentar descubrirlo. Cuando vengas por aquí, pregunta en nuestros hoteles de Alicante que algo podremos contarte.