Burgos

Burgos

Busca por hotel o destino
Cuándo
How many are you
    • España (81)
    • Andorra (1)
  • Madrid (10)

  • Barcelona (10)

  • Cádiz (1)

  • La Rioja (3)

  • Murcia (5)

  • Salamanca (2)

  • Valencia (2)

  • Valladolid (2)

  • Almería (1)

  • Alicante (2)

  • Málaga (2)

  • Badajoz (1)

  • Navarra (2)

  • Córdoba (2)

  • Granada (2)

  • Albacete (1)

  • Álava (2)

  • Vizcaya (3)

  • Girona (1)

  • Guipúzcoa (2)

  • Zaragoza (1)

  • Toledo (2)

  • Castellón (1)

  • Sevilla (2)

  • Las Palmas (3)

  • Ávila (1)

  • Pontevedra (1)

  • Baleares (2)

  • Cantabria (1)

  • Lugo (1)

Hoteles ""

    Hoteles en ""

      Buscar por destino

        Elige fechas

        Habitaciones y huéspedes

        Número de habitaciones

        1

        Burgos: vendrás por su Catedral y te quedarás por todo lo demás

        Poco se habla de Burgos, una de las nueve provincias de Castilla y León, para lo mucho que tiene que ofrecer. Para empezar, una capital en la que la arquitectura hace de las suyas hasta dejarte boquiabierto. Para seguir, un festival de pueblos que despliegan el encanto de sus casitas recias y robustas acostumbradas a resistir lo que les echen. Y es que, toma nota, por estos lares suele decirse que “hay nueve meses de invierno y tres de infierno”.  

        De las inclemencias del tiempo da buena cuenta su naturaleza, mucho más abrupta, frondosa y verde de lo que uno puede pensar si tiene en mente el famoso libro Campos de Castilla que escribió Antonio Machado. Y, para terminar, solo decirte que todavía no hemos hablado de su gastronomía ni de los vinos de la Ribera del Duero.  

        A Burgos llegarás esperando encontrarte con su Catedral. Matizamos, esperando encontrarte con las agujas de su Catedral. Lleva en pie más de 800 años, respira gótico por los cuatro costados y en 1984 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Si venís en familia, buscad el Papamoscas. A los más pequeños siempre les hace gracia ver cómo esta figura abre y cierra la boca mientras toca las campanas.  

        Diríamos que la catedral comparte protagonismo con el resto de atractivos de la ciudad, pero sería mentirte. Aun así, se lo cede durante un rato al Museo de la Evolución Humana (MEH), al Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, a la Cartuja de Miraflores y a un castillo desde el que disfrutar de una vista panorámica sobre Burgos y todo lo que se extiende más allá. Toma nota: el Sercotel Hotel Corona de Castilla se encuentra en el centro de la ciudad. ¿Te imaginas despertarte y en cinco minutos contemplar la belleza de la Catedral? Sí, es posible.   

        Recorrer Burgos de pueblo en pueblo 

        En Burgos, el tiempo transcurre al ritmo que marcan los máximos de velocidad de las carreteras secundarias que recorrerás para llegar hasta sus pueblos. También al que marcan sus habitantes, que de las prisas de la gran ciudad mucho no quieren saber. Hazles caso, que de esto algo saben.  

        Deléitate con un paseo por las calles adoquinadas de Covarrubias. No es cualquier cosa: por aquí caminaron antes que tú ilustres como el Conde Fernán González, Doña Urraca o el Cid Campeador.  

        Escucha cómo suena el Ebro a su paso por Orbaneja del Castillo o por Frías, donde el agua lleva toda la vida jugando a crear tobas, cascadas y arroyos. Lo de las casas colgadas de Frías y la imagen de su castillo construido sobre un peñasco, mejor dejamos que lo descubras por ti mismo. 

        Ya te lo hemos dicho: poco se sabe de Burgos. Si hasta los de El bueno, el feo y el malo estuvieron por aquí. Pararon en Santo Domingo de Silos. No por su famoso monasterio, sino porque en este pueblo se recreó el cementerio ficticio para rodar la escena final de la película. Una asociación lo ha reconstruido y se puede visitar.  

        Eso sí, deja hueco en tu viaje para pasarte por los yacimientos de la sierra de Atapuerca. 

        Burgos

        En Burgos se come lechazo y se brinda con vino de la Ribera del Duero

        Son muchas las bodegas que salpican la provincia. Las hay de particulares, cuevas excavadas en el terreno para conservar el vino propio a buena temperatura. Y las hay grandes, con hectáreas de viñedos a su cargo y con un objetivo en mente: hacer el mejor Ribera del Duero posible para que su vino sea el que descorches para acompañar un buen lechazo. ¿Dónde? Se nos ocurren muchas coordenadas, pero nos decantamos por las de Aranda de Duero, donde son muchos los restaurantes que llevan décadas sirviendo este manjar. De la siesta, ya nos encargamos nosotros. En nuestros hoteles de Burgos lo tenemos todo siempre a punto. 

        Sercotel Rewards

        Hazte miembro Rewards y consigue descuentos exclusivos