Valladolid
Hoteles en Valladolid
Hoteles encontrados: 1
Sercotel Valladolid
Qué maravillosa escapada, Valladolid. Una ciudad vibrante que esconde bellos rincones en su casco histórico, situado a escasos minutos de Sercotel Valladolid. Solo tendrás que iniciar un pequeño y agradable paseo entre calles estrechas y… Voilà! Arquitectura, historia, puro Valladolid. La excelente ubicación es solo una de las razones por las que querrás alojarte en nuestro Hotel Sercotel Valladolid. ¿Escuchas eso? Sí, querido viajero, es un chapuzón, es el agua de la piscina exterior del hotel estallando tras el zambullido de un huésped… y tú puedes ser ese huésped.
A toda piscina le corresponde su solárium, su espacio de esparcimiento para descansar, languidecer, disfrutar del aire libre sobre una cómoda hamaca… La ciudad castellana casi tropical es posible y se esconde en Sercotel Valladolid Hotel. ¿Hemos empezado fuerte, verdad? Difícil resistirse al encanto de un hotel moderno, confortable y con piscina en el centro de una ciudad. Pero sí, querido viajero, hay más. Sercotel Calle Puerto Rico Valladolid es un gran complejo de cinco plantas en las que se distribuyen 138 habitaciones totalmente acondicionadas y preparadas para hacerte feliz. También, para viajar en familia con toda la tranquilidad y comodidad: diez de sus habitaciones están conectadas entre sí para alojar a grupos creando un espacio íntimo y amplio. Además, por su situación, el hotel se encuentra a pocos metros del Museo de la Ciencia, una visita perfecta para los más pequeños. Por cierto, es uno de los hoteles de la ciudad que permite la entrada de ese peludo que convive contigo: sea perro o gato, en Sercotel Valladolid será bienvenido.
En una ciudad como Valladolid, la gastronomía es una forma de vida. Es por eso que en el restaurante del hotel un equipo de chefs apuesta por deliciosos y potentes sabores en platos en los que la vanguardia no se olvida de los manjares de la zona. Aquí, otro paréntesis piscinero (no lo podemos evitar): podrás pedirle a nuestro equipo que preparen una mesa en la terraza con vistas a la piscina. En cambio, si vas con prisa porque los negocios apremian, el bar de Sercotel Valladolid está preparado con una oferta deliciosa de tentempiés ligeros, de más rápida elaboración. Y es que además del placer, nuestro hotel está especializado en eventos corporativos y empresariales (contamos con nueve salones con WiFi totalmente equipados para celebrar convenciones, reuniones, cursos… lo que necesites, a un paso del centro de la ciudad). En definitiva, un alojamiento y un centro de negocios estupendo, al encontrarse tan próximo a la estación de tren.
Además, si vienes hasta aquí en tu propio vehículo, podrás contactar con nuestro personal para reservar una plaza en el parking del hotel (No se garantiza la plaza de parking, es bajo disponibilidad). También, para pedir cita en el gimnasio y rematar el día con una buena sesión de máquinas. ¿Ponemos la guinda del pastel? El bar de Sercotel Valladolid presenta una completa selección de bebidas para finalizar el día con unos snacks y una copa premium.
Desayuno Buffet
Centro de negocios
Tintorería
Valladolid: por las tierras de Delibes
Probablemente, Miguel Delibes sea una de las figuras que mejor ha descrito la pasión por tierras vallisoletanas. El escritor afirmó que no acertaría a vivir alejado de Valladolid: “Yo soy como los árboles: crezco donde me plantan”. Y lo que se planta en estas tierras llanas es buen, buenísimo vino. ¿Brindamos?
Los viñedos son parte inherente del paisaje de la provincia así como la piedra, elemento fundacional de imponentes castillos. Estos son testigos de una tierra que fue de reyes: aquí se instaló la corte castellana durante años y llegó a ser capital del reino.
Valladolid es historia pura que se lee. ¿Sabías que en esta provincia se encuentra la única Villa del Libro de España? Se llama Urueña y dicen que tiene más librerías que bares. Te las irás encontrando prácticamente por todas partes.
También en esta provincia se encuentra una de las pinacotecas más curiosas de nuestra geografía (y más desconocidas). Se trata del Museo Nacional de Escultura, en la ciudad de Valladolid, cuyos máximos exponentes son Gregorio Fernández y Alonso Berruguete. Irás por la escultura y te quedarás por la arquitectura, ya que el museo se distribuye en tres sedes espectaculares: el Colegio de San Gregorio, el Palacio de Villena y la Casa del Sol.
En la capital toca hacer check en un récord patrio: su Plaza Mayor es la más antigua de España. También te recomendamos que recorras el bucólico jardín del Campo Grande o la romántica ribera del Pisuerga.
Ah, y entra en la catedral, que nunca se terminó de construir; y visita la Casa Museo dedicada a Cervantes, que vivió aquí durante unos años.
Pero, eh, ¡no hay Valladolid sin tapas! Y no puedes dejar estas tierras sin probar el loquísimo Tigretostón de los Zagales, la tostada de gambas con ajitos de La Tasquita o Los tres cerditos de Villa Paramesa.
Y cuando necesites un descanso, no lo dudes: en pleno casco antiguo se encuentra el Sercotel Felipe IV, próximo a la Plaza Mayor. También el Sercotel Valladolid, que te estará esperando a pocos pasos del Museo de la Ciencia. ¡A este último podrás ir con tu perro! Y en él podrás hacer unos largos en su piscina. El descanso del guerrero.
Lo prometido es deuda, ¡te llevamos de vinos! Tal es la calidad del vino en Valladolid que la provincia ha puesto a tu disposición un Pasaporte que sellarás en todos aquellos establecimientos (bodegas, vinotecas, bares…) asociados a las Rutas del Vino de la provincia. Una manera sencilla (y con premio) de degustar los caldos vallisoletanos.
También circula el famoso Tren del vino, que acerca las denominaciones de origen de Valladolid (Rueda, Cigales, Toro y Ribera del Duero) a Madrid en un bello recorrido ferroviario.
Un paseo por los castillos de Valladolid
La ruta de las fortalezas te llevará a descubrir grandes iconos como el Castillo de la Mota de Medina del Campo. De estilo mudéjar, contiene un entramado de galerías subterráneas que se vislumbran desde el exterior en los pequeños ventanucos dedicados a la artillería.
¿Quieres visitar las mazmorras de un castillo? Podrás hacerlo en el de Íscar, fácilmente reconocible por su torre del homenaje de forma pentagonal.
Y podrías seguir hasta el infinito, por el castillo de Tiedra, el de Torrelobatón, el de Fuensaldaña o el de Simancas. Eso sí, hazte un favor, no te pierdas la magnánima fortaleza de Peñafiel. Tiene forma de barco y, en su interior, podrás visitar el Museo Provincial del Vino. ¿Recuerdas lo que te decíamos de piedras, castillos y vino? Aquí se dan la mano.