Ávila
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Sercotel Cuatro Postes
Su fama la precede. Y no, no hablamos de Ávila, sino de su muralla. Es la joya de la corona de una ciudad que, generosa, te la sirve en bandeja para que la puedas contemplar desde la distancia, antes incluso de llegar. Concretamente, desde nuestro Sercotel Cuatro Postes. Probablemente, el hotel con las mejores vistas de Ávila.
No, no estamos exagerando. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que desde nuestro hotel de 4 estrellas tendrás las mejores vistas de la ciudad. No en vano, nos encontramos junto al mirador de los Cuatro Postes, rodeados de naturaleza y a tan solo 10 minutos del centro histórico y de las estaciones de tren y autobuses. Pero, de momento, tú aparca el coche en nuestro parking y entra. Quizá no te hagas una idea del paisaje si solo te lo contamos, pero te quedará claro cuando salgas a la terraza de nuestro Hotel Cuatro Postes y puedas contemplar desde ella el Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que es esa muralla.
Sí, tenemos terraza. Una bien grande, de esas en las que las prisas se quedan fuera y lo único que tiene cabida es la calma y la relajación que se respiran en nuestras instalaciones. También los platos de nuestro restaurante. En nuestro Hotel Sercotel Cuatro Postes somos mucho de cuidar la mesa, la buena mesa. Por ello, nuestra oferta gastronómica se divide entre menús diarios y propuestas más informales para picar en cualquier momento, pero todos con algo en común: la calidad del producto local que usamos como materia prima.
Disfruta del espectáculo y del festín. Sin prisa. En nuestra recepción, disponible las 24 horas, siempre encontrarás a alguien para hacer el check-in. Te explicaremos cuál de nuestras 140 habitaciones es la tuya. Espaciosas, con abundante luz natural, cálidas y acogedoras, te garantizamos que sentirás que has encontrado tu hogar en Ávila en cuanto atravieses tu puerta.
Que tengan wifi gratis y servicio de habitaciones las 24 horas, probablemente contribuya a ello. Saber que a la mañana siguiente te espera en la mesa el café recién hecho y un desayuno buffet, variado y pantagruélico, también. Nuestro Sercotel Cuatro Postes es un refugio en la naturaleza desde el que lanzarse a disfrutar de Ávila, pero también es alojamiento para ti, que viajas por negocios. Por ello, hemos creado un espacio Business Center, en el que encontrarás la tranquilidad e intimidad que necesitas para avanzar en tu trabajo, responder emails o dar las últimas pinceladas a tu próxima reunión.
Ah, y si lo que te ha traído hasta aquí es un evento, déjalo todo en nuestras manos. Disponemos de un equipo de profesionales con años de experiencia en la organización de cualquier tipo de reunión o celebración, así como de varios salones, espaciosos y dotados de equipos audiovisuales, donde no permitiremos que haya margen para el error. Ya sabes, tú limítate a disfrutar de las vistas.
Ávila: el poder de la muralla
¿Sabías que en la provincia de Ávila existe una isla secreta en medio de un pantano coronada por una fortificación? ¿Y que por Ávila ciudad pasa una ruta que trata de ahondar en el origen de nuestro idioma? Se trata del Camino de la lengua castellana ¿Y si te decimos que en el Valle del Amblés podrás pasear por un monasterio abandonado que parece salido de un cuento de los hermanos Grimm? ¿Te suena? Es el monasterio de Nuestra Señora del Risco.
Ávila es una provincia apasionante, en la que siempre hay algo nuevo que descubrir. Empieza por alguno de los secretos que guarda la Sierra de Gredos, como es el imponente Mombeltrán, en el valle del Tiétar. Te será difícil no enamorarte de una estampa que bien podría haber sido escenario de Juego de Tronos al acercarte a su castillo medieval.
Sin moverte del valle, pon rumbo a Candeleda. ¿Has entrado en el pueblo más bello de la provincia? Probablemente. Te enamorarás de la increíble Casa de las flores, un edificio repleto de flores en su fachada y con toda seguridad el destino más fotografiado del viaje. En realidad, es el curioso Museo del Juguete de Hojalata, una visita imprescindible si viajas con niños.
Y para seguir con el idilio, llega hasta Arenas de San Pedro donde te dará la bienvenida su castillo gótico, el Palacio del Infante. Dicen que aquí se escuchan ruidos extraños y se aparecen etéreos cuerpos en medio de la noche.
Menos misterioso, pero muy apetecible es el puente medieval Aquelcabos, bajo el que discurre el río del Arenal, cuyo caudal, un poco más arriba, se dispone en forma de piscina natural para los baños de verano.
Un último pueblo antes de lanzarnos a la ciudad: Piedralaves, por el que pasaron, y del que se enamoraron, numerosos personajes ilustres como Juan Ramón Jiménez, Camilo José Cela o Pío Baroja.
¿Buscas un momento romántico? En este pueblo podrás entregarte a la Cruz de los Enamorados. También, pasear obnubilado por la garganta natural del Nuño Cojo y hacer la mejor foto del municipio desde el puente. Una breve escapada inolvidable.
Pero, eh, te queda un stendhalazo más. Posiblemente, el más potente: bienvenidos a Ávila, la reina amurallada.
¿Por dónde empiezas? Por su catedral, alguna de sus bellas iglesias, como la de San Pedro (un bombón románico); o reserva en el Ayuntamiento una ruta guiada por la judería de la ciudad. Por supuesto, sube a la muralla ya que desde aquí las vistas son de otro planeta. ¡A los más pequeños les encantará!
Eso sí, la mejor panorámica de Ávila la conseguirás desde el mirador que se encuentra a la entrada de la ciudad o unos metros más abajo, desde Los Cuatro Postes.
Precisamente es aquí donde se garantiza el descanso del guerrero: Sercotel Cuatro Postes, el hotel que necesitas para repostar y coger impulso, porque Ávila no se acaba…
Ingredientes y platos para comerse Ávila
Ávila sabe a chuletón de raza avileña-negra. Buen producto, buenas brasas y unas lascas de sal… ¿Se puede pedir más? En boca, los sabores abulenses muestran ese toque al ajo rehogado de la sopa castellana, tan contundente y perfecta para el invierno; y del pimentón de las patatas “revolconas”. Te hablamos de unas patatas hechas puré, que se corona con un buen toque de pimentón y torreznos. Maravilla.
¿Y en lo dulce? Una de las experiencias más abulenses que puedes vivir es probar las yemas de Santa Teresa, hechas con yemas de huevo, almíbar, limón y canela. Cae rendido ante su intenso sabor y elígelas como el perfecto souvenir. Lo son.